Solemos creer que maternidad y trabajo son incompatibles. Sin embargo no importa si trabajamos o no. Importa saber si logramos fundirnos en las necesidades de los niños pequeños en relación al contacto corporal, el cobijo, la lactancia, los brazos disponibles, la mirada, la quietud y la presencia durante las horas que sí estamos en casa, incluyendo la noche. Siempre es posible seguir trabajando, si es nuestro deseo o nuestra necesidad, sin que el niño tenga que pagar los precios del abandono emocional. Con frecuencia utilizamos el trabajo como refugio y excusa perfecta para no someternos al vínculo fusional con los hijos. En cambio otras veces nos lanzamos a ese misterioso universo sin tiempo y sin bordes que es el contacto corporal permanente con los niños pequeños, sabiendo que esa hazaña es invisible a ojos de los demás, y que en ese territorio no recibiremos reconocimiento ni apoyo.
El problema no es el trabajo. El problema es la vuelta a casa. Pensemos cuántos minutos por día le dedicamos -de verdad- a la satisfacción pura de nuestros hijos traducida en piel, olor, leche, fluidos, abrazos y palabras llenas de sentido.
Cuando regresamos a casa, el niño que ya nos ha esperado con infinita paciencia siente que, ahora sí, ha llegado la hora de estar con mamá. A partir de ese momento merece ser resarcido, colmado de caricias, tiempo, abrazos y sonrisas y también merece recibir respuestas a sus reclamos legítimos ya que ha esperado estoicamente el regreso de su madre. Si somos capaces de delegar todo lo demás una vez que hemos regresado a casa, si comprendemos que no hay nada urgente más que nutrir a nuestro bebe de caricias y leche, entonces el trabajo no será un obstáculo para el vínculo amoroso entre la madre y el niño.
Laura Gutman
martes, 25 de enero de 2011
Maternar y trabajar
Publicado por
Karina
Etiquetas:
Crianza,
Maternidad,
Mujeres
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KArina, me ´siento super identificada con este post que rescataste de Gutman. A veces llego cansada o agobiada por cosas que me pasaron en el trabajo, pero en cuanto empiezo a ESTAR con mi bebé, me conecto con lo esencial y todo fluye con sentido. Gracias por el post (te escribí en otro también :)!
ResponderEliminarEs muy importante fluir con ellos! Ellos lo necesitan y nosotras tambien, aunque parece que algunas mujeres perdieron su conexión salvaje y primaria con la maternidad. La mayoría de las personas pretende que los bebés y los niños les cambien la vida lo menos posible, y creo que hay un tiempo para todo: para dedicarse a ellos, y luego para retomarse uno incorporándolos a ellos. Es muy grossa la responsabilidad de criar!!!
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