Los temas que se exponen en este blog plantean una nueva vida, acorde con el nacimiento de un nuevo paradigma,
más holístico, más respetuoso, menos mecanicista. Asistimos al cambio, somos testigos y protagonistas, ya no podemos creernos inocentes; evolucionar, también es cuestionar lo establecido buscando el bienestar común.
Cambiemos el mundo, es posible. Es necesario.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Sola con un bebé 5

Otro día de diciembre

Quién me mandó a ofrecerme para cocinar, para llevar algo a lo de mi tía ¿Por qué me hago la Mujer Maravilla? Después me quiero matar porque no puedo con todo: sabelo Karina, ¡NO PODES CON TODO!
Hace un calor que te fríe las intensiones, mi niño está fastidioso por el calor y porque yo no le estoy dando la bola necesaria. Fuimos al marcado. Fuimos con nuestra bolsa de las compras, colorida, rayada, terriblemente pesada para mi hombro. Más si tenemos en cuenta los 9 kilos del bebé acurrucadito en la mochila; es hermosa la crianza con apego, pero a veces más que apego es pegajosa, ja!
Una vez en la cocina, pretendí cocinar. Jua, jua, bebito en ese momento sólo quería upita. Después me enojo con los demás porque no me preguntan si necesito algo; cómo van a preguntar si la primera en mostrar que puede con todo y no necesita nada soy yo! (Los que mejor me conocen podrían tenerlo en cuenta, no les parece?).
Cociné, tuve a bebito a upa todo lo que quiso, me bañe, y esperé a que mi hermana y mi cuñado me pasaran a buscar para ir a lo de la tía. A eso de las 11 y media me hubiera ido a dormir, no me respondía el cuerpo, pero no. Bebé y su primer Nochebuena, sus regalitos y toda la familia mimándolo; incluido Papá Noel.

Hijo, tu primer Navidad, mi primer Navidad de mamá, las lucecitas del árbol reflejadas en tu carita de asombro, fascinación y alegría. Gracias, hijo amado.
Papá Noel te trajo muchos muchos regalitos: ropa, panderetas, leches, un trencito hermoso, pantalla solar para bebés, la sillita de comer que la tía Silvia y el tío Daniel le pidieron especialmente para vos. Unos cubos para hacer una torre, ah y la camisetita de San Lorenzo. El Papá Noel de mamá y papá te dejó una Ferrari para que te subas y andes en cuanto empieces a caminar, que te falta muy poquito.

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