Recuerdo a Marilú llamándonos a comer chuño, mientras Fabi y yo jugábamos en la esquina con María Isabel.
"Vengan a tomar la leche". Seguíamos jugando.
"Hice chuño", salíamos corriendo y entrabamos derechito a la cocina.
Poner a calentar leche, medio litro mas o menos. Disolver Maizena, dos cucharadas, en un poco de leche fría, agregar a la leche caliente. Seguir calentando y revolviendo hasta que hierva. Agregar el azúcar, o el jugo de naranja, o ralladura de limón, o chocolate, o lo que elijas para darle sabor. Una vez que hierve, seguir revolviendo en el fuego un minuto más para cocinar la Maizena. Retirar del fuego y dejar enfriar.
Humm... sabor a infancia, qué rico!!!
domingo, 6 de febrero de 2011
A la hora del postre, mejor caserito!
Publicado por
Karina
Etiquetas:
Crianza,
Recetas con Espíritu
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Que hermoso es recordar los sabores y olores de la niñez, nunca se borran y la vida nos lleva a repetirlos con nuestros hijos... una experiencia apasionante. Gracias por compartirlo con la nosotros o sea tus lectores.
ResponderEliminarHola Fabiana
ResponderEliminarYa lo creo que es una experiencia apasionante. Publiqué esta receta porque se la hice a mi bebé, y al momento de probarlo se me vinieron todos los recuerdos a la cabeza!!!!